lunes, 25 de agosto de 2008

Algo así...

"...La poesía es como el viento,

o como el fuego, o como el mar.

Hace vibrar árboles, ropas,

abrasa espigas, hojas secas,

acuna en su oleaje

los objetos que duermen en la playa..."


José Hierro

Csikszentmihalyi

Tiene un apellido ilegible pero todo lo demás es interesante... Este señor es Profe de Psicología en la Uni de un publecito llamado Chicago, ése, ése que se llama igual que la obra musical....éeeeseee...pues vale...el caso, que en la 2ªGuerra Mundial perdió a un hermano y a otro lo retuvieron "contra su voluntad" en un campo de concentración...él mismo perdió allí unos meses de su vida. Confiesa que el ajedrez le salvó de la locura en aquellos tiempos.
Acaba de publicar un libro en el que intenta explicarnos porqué solemos estar insatisfechos, cómo es posible dirigir la mente hacia la felicidad y la influencia de la genética y del entorno.

Dice:

¿Dónde se esconde la felicidad?
Está detro de nosotros, pero podríamos necesitar mirar alrededor para encontrarla. Comprender una operación matemática también está dentro de nosotros, pero podemos necesitar que alguien nos enseñe.
Según sus palabras, los estados de flujo pueden ayudarnos a encontrarla. ¿En qué consiste el término fluir?
Fluir es un estado de intensa concentración que experimentan las personas cuando practican deporte, tocan o escuchan música, trabajan en una tarea que les hace disfrutar o simplemente dejan que la vida suceda, sin más. Estás fluyendo cuando te olvidas de ti mismo, cuando te permites bajar la guardia y disfrutar, cuando continúas haciendo lo que estás haciendo no porque tengas que hacerlo sino simplemente porque te sientes a gusto haciéndolo. Ahí empieza el bienestar.

¿Porqué siempre estamos insatisfechos?
Es bueno estar insatisfecho en pequeñas dosis, nos estimula para ir más lejos; pero lo que es bueno en pequeñas dosis puede convertirse en un veneno en dosis mayores...además, es una falta de inteligencia la no satisfacción permanente. Cuando se pasan malos momentos es bueno reconocerlos. Pero igualmente es igual de bueno disfrutar de los buenos momentos. Encontrar el equilibrio es la clave.