martes, 30 de septiembre de 2008

Merezco...mereces.

¿Te mereces aquello que quieres? ¿Realmente te mereces los sueños y las metas que has anhelado?

Antes de contestar con una respuesta mordaz, y sentirte molesto con mi absurda y presuntuosa pregunta, déjame hacerte una más: ¿te molesta que te pregunte si mereces…felicidad?

El “síndrome de no lo merezco”, corroe lentamente tu confianza y tu capacidad de manifestación. Fija la idea de que tú eres el único en el universo que no puede hacer realidad lo que quiere. Envenena tu mente contra tu ilimitado potencial. Te hace correr en círculos buscando la última y mejorada técnica de crecimiento del momento y te hace ignorar tus propios éxitos.
Un diagnóstico apropiado para esta dolencia es complicado porque la mayoría del tiempo, aunque para otros es bastante obvio, nosotros no podemos ver lo síntomas. O más exactamente, ELEGIMOS no ver los síntomas.

Todos padecemos este síndrome en algún nivel, ¿no? la cuestión es que hacemos con él en el momento en que aparece. Si no estás consiguiendo lo que quieres en la vida, y estás intentando que tus metas se hagan realidad, lo más probable es que tu autoestima necesite un estímulo para curarte del “síndrome de no lo merezco”.

Jack Canfield, experto en autoestima y famoso autor de la serie “Sopa de pollo para el alma” nos cuenta que el “no lo merezco” es un problema de autoestima y nos ofrece la siguiente herramienta:
S + R = R
Suceso + Respuesta = Resultado

No son los sucesos externos, es la respuesta la que determina el nivel de éxito o fracaso, salud o enfermedad, realización o frustración.
Por ejemplo, si has estado intentando atraer una pareja durante un tiempo y todavía no has atraído a tu compañero ideal, entonces pregúntate: ¿merezco una pareja? ¿Merezco encontrar la relación ideal con el amor de mi vida? Si te pones a la defensiva con esta pregunta, entonces ya sabes que necesitas profundizar en ello, y cuanto más a la defensiva te pongas, mayor es el problema.

¿Qué opinión tienes sobre ti mismo que te hace creer que tú no mereces lo que deseas? Alguna vez has dicho, “Tal vez no estoy lo suficientemente delgad@: tal vez no estoy lo suficientemente gord@; tal vez no soy lo suficientemente rico; tal vez soy demasiado selectivo; tal vez no soy lo suficientemente estable”.

¿Qué opinión he de tener de mí mismo para que mi subconsciente crea que no soy digno de lo que quiero? Debes oponerte a esas creencias sobre ti con verdadera confianza y autoestima. Lo que más piensas es lo que vale y aquello que mereces realmente es todo lo que deseas. Lo más fácil sería manifestar intencionadamente lo que quieres en la vida.

Prueba estos pasos para aumentar tu autoestima y tratar el “síndrome de no lo merezco”.

Observa tus reacciones defensivas
Si te sientes a la defensiva (por algo) entonces, en ese momento, te lo estás tomando como personal. Tomarse algo como personal es un síntoma del “síndrome de no lo merezco”. Baja tus defensas, no son necesarias. Deja entrar lo bueno que te toca, lo tienes en la puerta.
Acepta que eres humano
Cuando te tomes algo personalmente, y reconozcas los sentimientos de “no lo merezco” y el alma de las creencias que te limitan continúan diciendo: “¡no soy válido!, entonces déjalas estar allí. Reconoce el hecho de que eres humano y de esta manera siempre serás las dos cosas, válido y no válido y no hay nada que puedas hacer para cambiar esto. Luego, dispón tu humanidad sobre tu espíritu.
Incrementa tu cuenta bancaria emocional
Haz ingresos en tu cuenta emocional de todo lo que te mereces. Di a ti mismo que vales la pena, que eres digno de ser amado y precioso y acéptate a ti mismo tal y como eres. No esperes circunstancias externas o gente que diga lo noble que eres. Haz tus propios ingresos y ¡quiérete!
Medita sobre la Divina Perfección de la Vida
Uno de los grandes síntomas del “no lo merezco” es hacer suposiciones de que lo que estás recibiendo NO es justo. Por ejemplo, quieres atraer una pareja y conoces a alguien que en la superficie parece bueno para ti y luego resulta que sale mal. Cuando sufres del síndrome del “no lo merezco”, juzgas este hecho como un error, algo que tú no querías. Esto sólo provoca la atracción de lo contrario de lo que tú querías. Sin embargo, si a pesar del desengaño continúas pensando que siempre atraes lo que quieres y que ese “error” estaba en tu camino, estarás preparando atraer la próxima experiencia que estará incluso más alineada con tus deseos, erradicas el síndrome y sigues adelante con la certeza de que ¡todo va a ir bien!