viernes, 31 de mayo de 2013

Trigo






Hace unos años, el prestigioso cardiólogo norteamericano William Davis comenzó a sospechar de los perjuicios para la salud que provocaba el consumo de trigo y sus derivados. Entonces, comenzó a recomendar a aquellos pacientes que no notaban mejorías tras someterse a sus respectivos tratamientos farmacológicos, que suprimiesen este alimento de sus dietas. Los resultados obtenidos sorprendieron al propio Davis: “El 70% de los pacientes experimentaron unos beneficios que ni yo mismo me imaginaba, más allá de una considerable pérdida de peso. En tan solo tres meses sus niveles de azúcar en sangre se redujeron notablemente, incluyendo muchos casos de diabéticos o prediabéticos que dejaron de serlo. Asimismo resultó que aliviaron otras de sus dolencias, como la artritis, la soriasis, la sinusitis crónica o la irritación intestinal”, asegura el cardiólogo.
Tras analizar con sus colegas las historias clínicas de los cientos de pacientes sometidos a este simple tratamiento dietético, Davis publicó un polémico ensayo, titulado Wheat Belly: Lose the Wheat, Lose the Weight, and Find your Path Back to Health (Rodale), en el que apoya sus conclusiones con una serie de estudios sobre los negativos efectos del trigo genéticamente modificado, en la salud de los humanos. La publicación ha levando una fuerte expectación entre el público, teniendo en cuenta de que se trata de un ensayo científico, y solo dos semanas después de su salida a la venta Wheat Belly se coló en la lista los libros más vendidos que elabora el diario New York Times.
Las rotundas tesis de Davis, en las que se relata mediante casos particulares los perniciosos efectos para la salud del consumo “del  trigo moderno”, han obligado a los lobistas de la industria alimentaria a mover ficha. La Grain Food Fundation ha lanzado una campaña para desacreditar los argumentos del cardiólogo norteamericano, mientras que este les ha devuelto la pelota retándolos a un debate televisivo, aunque todavía no ha obtenido ninguna respuesta al respecto.
 
El cardiólogo norteamericano William Davis, autor del polémico ensayo 'Wheat Belly'.


“Para estar sano hay que comer sano”
En Wheat Belly Davis establece una relación directa entre el aumento del número de diabéticos y el consumo de cereales sometidos a modificaciones genéticas: “Dos rebanadas de pan integral aumentan más los niveles de azúcar en sangre que dos pasteles debido al alto índice glucémico del trigo que se cultiva hoy en día. De este modo, estamos desarrollando una peligrosa resistencia a la insulina y, por ende, la diabetes está adquiriendo características de pandemia”. Según los cálculos de la OMS y otros organismos oficiales, en las próximas décadas el número de diabéticos rozará los 350 millones de personas en todo el mundo.El consumo de trigo nos hace desarrollar una peligrosa resistencia a la insulina
Una de las mayores satisfacciones de las que hace gala Davis desde la implantación de este tratamiento estrella en su consulta de cardiología es que “los únicos ataques al corazón que veo ahora los sufren pacientes nuevos que no conocían la dieta”. Así, asegura que todas las personas con problemas cardíacos a las que trata “han dejado de sufrir ataques”, después de eliminar el trigo de sus dietas, limitar el consumo de carbohidratos, aumentar la ingesta de vitamina D y compaginar con suplementos de yodo.
El extenso recorrido de Davis por las historias clínicas de sus pacientes intenta demostrar que no hay mal que se resista a su tratamiento. “Sobre todo, las patologías modernas más en boga, como la diabetes o el colesterol”, añade. Una cura milagrosa para casi todo tipo de enfermedades que hace desconfiar a buena parte de la comunidad médica. Sus reacciones han sido de recelo al señalar la falta de evidencias científicas en el libro. Unas acusaciones a las que Davis ha respondido exponiendo su propio caso. “Mis niveles de colesterol en sangre antes de dejar de consumir trigo eran bajos (27 mg/dl), los triglicéridos eran muy altos (350 mg/dl), los niveles de azúcar en sangre rozaban la franja de la diabetes (161 mg/dl) y mi presión arterial era también alta. Todo esto, unido a mi sobrepeso, con una gran acumulación de grasa alrededor de la cintura. Sin embargo, cuando dejé de comer trigo experimenté una rápida reducción de peso, los valores de colesterol se elevaron a 63 mg/dl, los triglicéridos se redujeron a 50 mg/dl, el azúcar en sangre se estabilizó en 84 mg/dl y la presión arterial se situó en una franja normal. Todo ello sin tomar ni un solo fármaco. En otras palabras, todo cambió para bien”.
“El agronegocio arruina nuestra salud”
La cruzada en solitario de Davis contra este alimento hace hincapié en que “el auge de patologías comunes anteriormente estabilizadas se debe al consumo de trigo”, al que se refiere a lo largo de su libro como el “veneno perfecto”. Para el cardiólogo, el valor nutricional de los cereales siempre estuvo sobredimensionado, pero fue a raíz de los avances genéticos iniciados en la década de los 60 cuando “se convirtieron en perjudiciales para la salud”. Según defiende este, ahora contienen una nueva proteína llamada gliadina que actúa como un opiáceo. Esta estimularía el apetito, dice, hasta el punto de que “nos hace consumir una media diaria de 440 calorías, por lo que si sumas esta cantidad a los 365 días que tiene un año, el sobrepeso será inevitable”.
Pese a sus convicciones, el cardiólogo se muestra pesimista sobre la posibilidad de establecer algún tipo de limitación a la producción industrial del grano. “Económicamente no sería factible porque el trigo tradicional produce menos kilos por hectárea que el transgénico”. Sin embargo, apela a la concienciación de los consumidores para reducir su consumo. Para animar a dar este paso, Davis sugiere comer “alimentos de verdad”, como frutas, carnes, pescados y verduras. Es decir, “los menos susceptibles a sufrir modificaciones genéticas para engordar el agronegocio”, pues dice que el 90% del trigo ya es transgénico y que en pocos años supondrá el 100% de las cosechas.
En Wheat Belly, el médico no deja títere con cabeza al criticar también las lógicas que mueven a los nutricionistas y a los defensores de los alimentos ecológicos. “Todo lo que se propone es reemplazar la comida basura por otra menos mala. Esto es como si fumo cigarrillos sin filtro y me paso a otros que sí los tengan porque se consume menos nicotina. Un error porque no dejamos de hacer daño a nuestra salud, simplemente aminoramos parcialmente sus efectos. Lo que yo propongo es modificar radicalmente los hábitos alimenticios dejando de comer este tipo de productos y ya veremos cómo en un corto periodo de tiempo nuestra salud experimenta un beneficioso cambio”.
IVAN GIL  - entrevista sacada de El Confidencial

viernes, 24 de mayo de 2013

viernes, 17 de mayo de 2013

Sensata reflexión

Ríos encontrados en la Vida


Siembra, cuida, lee, aprende, haz, sé,comparte, siente...


21 MENSAJES a TRANSMITIR a CADA MIEMBRO DE LA SIGUIENTE GENERACIÓN
(Alejandro Jodorowsky)

1.-Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso.


2.-Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.


3.-Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.


4.-Aprende a no pedir amor, simplemente ama.


5.-Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.


6.-Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.


7.-Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.


8.-Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.


9.-No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.


10.-En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.


11.-Escribe un poema cada día.


12.-Busca y provoca situaciones que te hagan reír.


13.-Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.


14.-Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.


15.- Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo.


16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.


17.-Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.


18.-No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.


19.-Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.


20.-Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud.


21.-Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo.

jueves, 16 de mayo de 2013

martes, 14 de mayo de 2013

Todavía hay Algo en la Iglesia que recuerda a Jesús...menos mal!

La Contra: Sor Lucía Caram

No puedo estar quieta, es verdad, pero contemplo la historia desde el corazón de Dios.
Mi claustro es el mundo.
Me levanto a las cinco de la mañana y rezo, voy a misa, leo La Vanguardia... Y, a las nueve y media acudo a la Plataforma de los Alimentos y escucho a la gente.
Somos cinco monjitas en mi convento, en Manresa, que empezamos repartiendo bocadillos... y hoy, gracias a 250 voluntarios, ¡damos alimentos a 950 familias necesitadas!
¡Dar no es sólo repartir bolsas de comida, es escuchar!
Hoy ha venido otra persona a punto de ser desahuciada de su piso...
Hemos conseguido en siete meses tres pisos para tres familias. Antes yo pedía sólo a Dios, ¡ahora pido a todo el mundo!


Y la Iglesia debería aceptar el uso anticonceptivo del preservativo: ¡ayuda a la paternidad responsable! Y no imponer el celibato.
¡Yo lo elegí libremente! Y me ayuda a servir a todos. Abrir los brazos es amar, y cerrarlos sobre una sola persona no me basta: los dejo abiertos. Lo aprendí de Pedro Meca.
Un cura que convive con los sintecho de París que me dijo: "La Iglesia es una casa de putas donde he aprendido a hacer el amor".

La Iglesia es diversidad, y amar es servir: si no sirves a otros, no sirves para nada.
Jesús iba a morir y lavó los pies a sus comensales, y partió, repartió y compartió el pan. Pero hoy la Iglesia acumula bienes...
Hay patrimonio artístico que mimar, ¡pero tantos solares y edificios, pisos cerrados y donaciones...! ¡Que vuelvan a la gente!
Hemos dado la mitad del convento para un centro de salud mental y club social. ¡Dios no tiene manos, pero tiene nuestras manos!

Vivimos al día, con lo que nos llega, y damos lo que tenemos, no lo que nos sobra: dando todo ¡recibes bendiciones totales! Creo que si acumulo bienes, algo malo me pasará.
Confío en la Providencia. Un día le dije a sor Neus: "Rece a la Virgen para que nos lleguen cien litros de leche o perderé la fe ¡o la ordeñaré a usted!". ¡Y llegaron!

El sentido del humor es sentido del amor. Seguro que Jesús se reiría en misa.


¿Para qué estamos aquí, sor Lucía?
Para ser felices y hacer felices a los demás.

Pida algo desde aquí.
Si todos los jóvenes que salieron a las calles a recibir al Papa se hicieran voluntarios, ¡solucionaríamos casi todas las necesidades!


lunes, 13 de mayo de 2013

jueves, 9 de mayo de 2013

La Enfermedad vs La Sanación


Enfermamos cuando aparece la necesidad física para ello, porque forma parte de un proceso, un aprendizaje, o la manifestación de una distorsión aparecida a nivel energético a la cual no le estamos prestando la suficiente atención mental, y, por ende, debe hacerse visible a nivel físico.

En la cara opuesta de la moneda, la sanación es el proceso contrario. Todo el mundo sana cuando a nivel profundamente interno desea sanar, cuando se ha completado el aprendizaje asociado a la enfermedad, y cuando se restaura de nuevo el equilibrio energético que causó el problema

Cuando una enfermedad se ha manifestado ya a nivel físico, hay que tratar el cuerpo físico, pero hay que tratar con mucha más insistencia el problema energético que lo detonó. Mientras la entidad tenga un proceso de aprendizaje en marcha, una lección incompleta o una distorsión energética sin armonizar, el trabajo con el cuerpo físico para restaurar la salud es idéntico a poner capas de pintura en la pared sin solucionar el problema que causa la humedad en la misma.

Tanto la enfermedad como la sanación son procesos idénticos de diferente polaridad. Uno es el resultado de una distorsión energética, el otro es el resultado de una armonización energética. Ambos son el resultado de algo mucho más profundo, un aprendizaje todavía por integrar o un aprendizaje completado. Ambos dependen de la persona que sufre la enfermedad o que sale de ella, y de nadie más. El entorno exterior no es el causante de ninguno de estos dos procesos, sino que sirve solo como apoyo, herramienta, excusa o método para caer enfermo, o para recuperar la salud. Y todas las enfermedades, problemas y trastornos están siempre disponibles primero como experiencia tanto a nivel emocional como mental, de forma que si nos escuchamos, y nos mantenemos sanos a esos niveles, el cuerpo físico no tiene porque sufrir nunca ningún tipo de distorsión.

David Topí
http://davidtopi.com/

11