domingo, 26 de octubre de 2014

Otra historia...


Una historia...


¿Qué somos?


Lo puedes entender antes o después...


Nuestro Niño Interior

Debemos dar permiso al niño interno para ser él mismo y para que abandone el guión que le impuso su árbol genealógico escrito a fin de equilibrar el sistema familiar y para sentir que importaba. Ese falso yo estaba lleno de reglas neuróticas. Empecemos a enseñarle reglas sanas que le guíen en el camino de la realización.
Está bien sentir lo que sientes. Los sentimientos no son buenos o malos, son. No hay nadie que pueda decirte lo que deberías sentir. Es bueno y necesario hablar de lo que sientes.
Está bien querer lo que quieres. No hay nada que debas o no querer. Si eres consecuente de tu energía, querrás expandirte y crecer. Está bien y es necesario conseguir que se satisfagan tus necesidades. Es bueno pedir lo que quieres.
Está bien ver y oír lo que ves y oyes. Todo lo que hayas visto u oído es lo que has visto y oído.
Está bien y es necesario tener diversiones y juegos. Está bien divertirse con juegos sexuales.
Es importante decir siempre la verdad. Esto atenuará el sufrimiento. Mentir distorsiona la realidad. Todas las formas de pensamiento distorsionado deben corregirse.
Es importante conocer nuestros límites y retardar el premio. Así sufriremos menos en la vida.
Es crucial desarrollar un sentido de la responsabilidad equilibrado. Esto significa aceptar las consecuencias de lo que haces y no asumir las consecuencias de lo que hacen los demás.
Se pueden cometer errores. Los errores son nuestros profesores: nos enseñan a aprender.
Se deben respetar y valorar los sentimientos, necesidades y deseos de los demás. Quebrantarlos conduce a la culpa.
Está bien tener problemas. Hay que resolverlos. Está bien estar en conflicto. El niño debe entender que en la vida hay problemas, aceptarlo y entrenarse en resolverlos. Es mejor que quejarse por lo injusta que es la vida.
                                                                                                                                       John Bradshaw