lunes, 24 de enero de 2011





Disyuntiva

La tentación se llama amor
o chocolate.
Es mala la adicción.
Sin paliativos.

Si algún médico, demonio o alquimista
supiera de mi mal
cosa sería
de andar toda la vida por curarme.
Pues tan sólo una droga,
con su cárcel
del olvido me salva de la otra.


Y así, una vez más, es el conflicto:
O me come el amor,
o me muero esta noche de bombones.

J.Castro

domingo, 23 de enero de 2011

Fusión


El Ser Superior


Los seres humanos somos seres multidimensionales, es decir, vivimos al mismo tiempo en distintas dimensiones de realidad, una de ellas, con la que estamos más familiarizados, es la tercera dimensión que todos conocemos tan bien.

Las dimensiones no son otra cosa que distintos niveles de realidad, pero la realidad está formada por energía y por conciencia, por lo tanto estas realidades están conformadas por distintos niveles de energía y de conciencia, conforme nos movemos hacia arriba en la escala de las dimensiones, la energía que forma esa realidad vibra a una frecuencia diferente, entre más rápido vibre la frecuencia de una realidad, más sutil o etérea se vuelve, así, la tercera dimensión es la más densa, en esta realidad, las partículas del átomo giran a 9/10 de la velocidad de la luz, creando la ilusión de la materia.

En otras dimensiones superiores, las partículas giran a mayores velocidades y por lo tanto no existe una materia tan densa como en la tercera dimensión.

Lo mismo sucede con la conciencia, a mayor nivel de dimensión, más alto es el nivel de conciencia que encontramos. La conciencia podría explicarse como el nivel de percepción de la realidad en donde nos encontramos, entre más densa es la realidad, por su frecuencia vibratoria, menor es nuestra percepción de nuestra realidad y de las demás realidades que existen.

Si el ser humano es un ser multidimensional, significa que partes de nosotros están viviendo en esta dimensión que conocemos y partes de nosotros están existiendo en otras dimensiones y realidades, pero todo está sucediendo al mismo tiempo, en este instante.

Si existen partes de nosotros que están viviendo en dimensiones superiores, podemos deducir que estas partes están vibrando en frecuencias superiores y también tienen niveles de conciencia más elevados.

Nuestro Ser Superior no es otra cosa más que el conjunto de esas partes de nosotros que están habitando frecuencias de energía y de conciencia superiores. Nuestro Ser Superior somos nosotros mismos experimentando otras realidades.

Cuando encarnamos en esta tercera dimensión pasamos por algo que se conoce como "el velo del olvido" una de las cosas que olvidamos es precisamente que existimos en distintos planos de realidad y que por lo tanto podemos conectarnos con todas nuestras partes.

En este momento de la historia de nuestro planeta, este "velo del olvido" se está haciendo cada vez más delgado y nos está dando la oportunidad de recordar la totalidad de todo lo que somos y de interactuar con más partes de nuestro propio ser.

Nuestro Ser Superior ya se encuentra en contacto con nosotros en este momento, no es algo que tenemos que aprender a hacer, porque es algo que está sucediendo para todos y cada uno de los seres humanos. El Ser Superior podría ser comparado con nuestro concepto de "la intuición", que todos experimentamos en mayor o menor grado en nuestras vidas, algunos suelen hacerle caso y otros no, pero está allí, siempre esperando comunicarse con nosotros a través de cualquier mensaje sutil que podamos captar.

Si el Ser Superior ya se encuentra comunicándose con nosotros ¿por qué no nos damos cuenta? Porque hemos aprendido que lo único que existe o que es real es lo que pueden captar nuestros cinco sentidos físicos y muchas veces sentimos que lo único que somos es este cuerpo físico dentro de esta realidad de la tercera dimensión.

Por lo tanto, el obstáculo más grande que tiene nuestro Ser Superior son nuestras propias creencias sobre la realidad que habitamos. Para establecer una comunicación más estrecha con este otro aspecto de nuestro ser, tenemos que comenzar a cambiar nuestra percepción y nuestras creencias sobre lo que somos y como todo, comenzar a practicar. No es necesario estar días y horas meditando para alcanzar esta comunicación, sólo se requiere de nuestra intención, de nuestra constancia y de nuestra confianza.

Aunque nuestro Ser Superior somos nosotros mismos, nuestra mente racional y nuestro sistema de creencias encuentran muy difícil entender este concepto, por lo que en un principio tendemos a considerarlo como un aspecto separado de nuestro ser, lo vemos tal vez como un ángel luminoso, o podemos incluso identificarlo con algún maestro ascendido o guía, eso no es importante, la forma no es importante mientras se tenga claro el fondo o la meta.

Cuando alcanzamos este nivel de comunicación con nuestro Ser Superior, tenemos la ventaja de tener acceso a otros niveles de conciencia en donde se encuentra, puede darnos una visión mucho más amplia de las cosas y puede guiarnos por caminos más fáciles. Es como si estuviéramos en un tupido bosque y no conociéramos la ruta para llegar al próximo poblado y nuestro Ser Superior fuera un águila que desde arriba puede ver todo el panorama, sabe guiarnos para evitar un pantano, un animal salvaje, un barranco, un río y puede conducirnos por el sendero más fácil y más corto para llegar a nuestro destino.

Podemos comenzar a practicar esta comunicación con nuestro Ser Superior de forma muy sencilla:

Lo primero que tenemos que hacer es establecer la intención de estrechar esta comunicación.

Después tenemos que comenzar a poner atención a nuestro alrededor en formas en las que no estamos acostumbrados. Al principio esta comunicación es muy sutil, los mensajes no son tan claros y tan tangibles como todos quisiéramos, pero van haciéndose más y más obvios conforme vamos practicando.

Pide a tu Ser Superior que te ayude a mejorar la comunicación y que te envíe mensajes que puedas captar y pon mucha atención... el mensaje puede ser algo tan sutil como un anuncio espectacular en la calle, como una frase que escuchas de pronto, el título de un libro, un artículo que llega a tus manos, un sueño, una canción que escuchas en la radio, una pluma que cae del cielo, en fin... pueden ser miles de cosas.

Puedes hacer un diario y comenzar por anotar lo que tú consideras que fue un mensaje de tu Ser Superior, pronto comenzarás a darte cuenta como todo encaja como un rompecabezas.

Puedes también hacerle una pregunta antes de ir a dormir y pedirle que te de la respuesta durante tu sueño, ten tu diario a la mano y anota tu sueño justo al despertar, antes de hacer ninguna otra cosa.

Otra forma muy útil de establecer esta comunicación es a través de un oráculo, existen cientos de tipos de oráculos, pueden ser cartitas de los ángeles, un tarot, runas, i-ching, cartas medicinales, puedes incluso inventar tu propio oráculo para comunicarte con tu Ser Superior.

Conforme empiezas a practicar esta comunicación de esta forma sencilla, muy pronto te darás cuenta de cómo se va facilitando, volviendo más clara, más constante y más tangible.

La meta es poder llegar a fundirte con tu Ser Superior, es encarnar en tu cuerpo físico ese nivel de vibración y de conciencia para manifestarlo dentro de este plano tridimensional. Pero tengo que resaltar aquí la importancia de hacer una profunda limpieza y curación emocional. No podemos integrar en nuestro cuerpo niveles superiores de frecuencia y de conciencia, si no hemos limpiado antes nuestro ser inferior, tu comunicación con tu Ser Superior puede llegar a ser maravillosa, pero sin la limpieza de tus tres primeros chakras, no serás capaz de integrar a tu Ser Superior para fundirte con esta parte de ti como un solo ser.

Sólo a través de una profunda e intensa limpieza y curación emocional, podremos alcanzar niveles superiores de vibración y conciencia, no existe otro camino ni ninguna otra fórmula, es algo totalmente indispensable.

Nuestro ser inferior no es otra cosa más que nuestro niño interno herido, al igual que nuestro Ser Superior, constituye una más de nuestras partes que necesita ser integrada, hasta que no rescatemos, sanemos e integremos esta parte de nosotros, no seremos capaces de fundirnos con la totalidad de nuestro ser.

martes, 18 de enero de 2011

HO'OPONOPONO

Se trata de un sistema que nos permite limpiar nuestras creencias ubicadas en nuestro subconsciente. Los antiguos chamanes de Hawaii lo utilizaban para arreglar problemas familiares. Se trata realemente de un método muy sencillo pero eficaz para cambiar nuestros pensamientos limitativos. Nuestro Universo está creado por nuestros pensamientos= todo lo que vemos es lo que pensamos. Este sistema parte del principio de que somos 100% responsables de todo lo que vemos y existe en nuestro Universo.

La primera cosa que necesitas hacer es traer a tu mente una situación o algún recuerdo que te molesta luego, ya sea en voz alta o mentalmente, le dices al problema : TE QUIERO ( al hacer esto vas hacia las vibraciones altas del Amor) LO SIENTO ( dices a tu interior / al Universo/ a Dios que permites esto en su vida) POR FAVOR PERDÓNAME ( Pides perdón por permitir o atraer eso en tu Vida) GRACIAS ( Das las gracias al Universo/Dios/a tu interior por limpiar y solventar el problema)

TE QUIERO-LO SIENTO-POR FAVOR PERDÓNAME-GRACIAS.

También puedes cambiar el orden según tu necesidad

Di estas palabras siempre que estés enojado con alguien, cuando estés preocupado por algo, cuando estés llorando, cuando estés asustado etc.

http://video.google.com/videoplay?docid=3265925752370522311#

...TODO AYUDA.

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El perdón no es aquel acto misericordioso con el otro de liberarlo de la culpa, como nosotros creemos. La ilusión nos hace buscar un culpable allá afuera El perdón aunque parezca una acción dirigida hacia el exterior, es una liberación de las ataduras con nuestros recuerdos. Perdonando nos liberamos de las memorias de dolor y rompemos los cordones invisibles que nos atan a las situaciones, personas y cosas del pasado.

Cuando le negamos el perdón a alguien por todo el daño que nos ha causado, no somos libres, estamos cargados, llevamos un morral a cuestas… y ese peso poco a poco nos roba la energía. Creemos que con nuestro resentimiento estamos castigando al otro pero únicamente nos dañamos a nosotros.

No existe nada allá afuera, el otro es una proyección de nuestra culpa por habernos creído lo que nos dijo o hizo. No asumimos que nadie nos hace nada, nosotros permitimos, nosotros creamos con nuestras creencias, nosotros manipulamos la realidad sin percatarnos de ello. Nosotros nos creamos el sufrimiento, nadie allá afuera tiene el poder si tú no lo permites. Nadie puede ingresar en tu mundo interior.

Durante la vida creamos lazos invisibles con las personas y nos unimos con quienes encajan exactamente en el modelo mental que necesitamos para desempeñar nuestro rol acorde con nuestras creencias.

Las situaciones que se nos presentan en la vida, fueron creadas por nuestro subconsciente, donde yace la información de toda nuestra existencia, de nuestros ancestros y del inconsciente colectivo.

El acto de perdonar no resulta fácil porque de veras nos creemos victimas, y por lo tanto proyectamos nuestro malestar en el otro o en la situación. Es una ilusión creer que las cosas simplemente nos suceden, porque no hay una correlación en el tiempo desde el momento en que pensamos algo y su manifestación.

Cuando asumimos realmente que nosotros somos los creadores, el resentimiento se desvanece como una pompa de jabón.

Resulta difícil e inverosímil creer que nosotros mismos nos creamos tantas situaciones dolorosas Todos nuestros pensamientos tienen el poder de materializarse incluso aquellos pensamientos fugaces que pasan por nuestra mente o han pasado en algún momento sin ni siquiera percatarnos. Estamos acostumbrados a evitar el auto observarnos, y no nos acordamos en que pusimos nuestra atención. Pasamos por la vida evadiéndonos y sin darnos cuenta nos convertimos en aquello que pensamos y hacemos que nuestras experiencias vividas nos den la razón entonces nos ocurre todo aquello que creemos porque lo creamos. Cosechamos todo lo que sembramos.

Cuando perdonamos la energía atascada asociada con hechos relacionados con otros es liberada, nuestros sentimientos y emociones cambian y nosotros somos los beneficiados. Nuestro entorno también se ve afectado. Todo lo que le hacemos al otro nos lo estamos haciendo a nosotros, y todo lo que nos hacemos tiene el poder de transformar nuestro entorno.

El perdón lo transforma todo, alza la vibración de tu energía de un estado de amargura y aislamiento a un nivel de paz y unión, y te acerca a estar en sintonía con el universo y con la máxima expresión del amor.

Toma conciencia que tú eres el creador y permítete optar por vivir en paz. Puedes hacer una revisión de quién te ha lastimado y decide cortar el cordón con la situación, la persona o la cosa y asume la responsabilidad que todo ese dolor que está dentro de ti solo tú te lo infringes y tu lo ocasionaste. Todo se reduce a unas creencias, a unas memorias, a unos pensamientos….y todo esto se puede cambiar.

¿Tienes aun resentimientos con tu familia por la manera que te criaron? Cada ser humano toma la decisión de cómo reaccionar ante una misma situación, algunos son afectados, y otros no, las experiencias de tu vida tu decisdistes experimentarlas... ¿Tu pareja o tus relaciones te han ocasionado dolor? Tu decidistes creer y crear esa situación, y si aun te perturba, tu la mantienes viva en tus memorias., porque solo tu decides la experiencia que quieres vivir.No hay nada afuera. Tú tienes la llave de esa prisión. Tú eres el carcelero.

Puedes dejar salir aquello que tú creaste. Puedes desatar el nudo y amar otra vez tan solo necesitas tomar consciencia que solo TE PERDONAS A TI, por haber juzgado, por haber sufrido, por haber creído todo lo que está dentro de tus memorias y al perdonarte te estás cuidando , te estás amando y te estás sanando. Es a ti a quien tienes que perdonar, tan solo asume esa responsabilidad, de que todo daño causado, eres tú que te lo has ocasionado y déjalo ir...

http://www.reikibarcelona.info/Grupos/Crecimiento-personal/Recursos-sobre-Ho-oponopono-y-Huna/105-Me-perdono.html

domingo, 16 de enero de 2011