Entonces el tren frenaba hasta detenerse. Largas lenguas de cemento hacían su aparición, y rostros, figuras afanosas, formas que corrían junto al tren, Y todos esos rostros, esas formas y figuras de detenían en el instante, permanecían allí en la actitud de alerta de un movimiento expectante. Se oía el chirrido de los frenos, una leve sacudida, y por un momento, el más absoluto silencio.
En ese momento se producía una tremenda explosión.
Era Nueva York.
Thomas Wolfe 1937
Cien veces he pensado: Nueva York es un desastre, y cincuenta: un hermoso desastre.
Le Corbusier 1936
Retratos de Nueva York
Fotografías del MoMA