lunes, 13 de octubre de 2008

No olvides


Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...

Muerte en el olvido - Ángel González

Hay días que sin ser tristes, que no lo son, afortunadamente, parece que esa cosa que llamamos muerte está rondando por estos lares. Claro que siempre está y aparece el día menos pensado pero, a veces, te da por pensar... Cómo debe cambiar la vida para el que se queda... Mi única referencia directa con la muerte es mi abuela Pepa y entró dentro de la "lógica" de la edad. Me inquieta el momento en que deberé enfrentarme a ese dolor sordo por alguien cercano...

Un abrazo, cálido, para el que sí haya tenido que enfrentarse... Y, tal como dice el poema, que nadie olvide a nadie...para que Viva.

4 comentarios:

aguila que cae dijo...

El día en que la humanidad pueda escribir en su bandera “El hombre es hermano del hombre”, nadie será olvidado.

Todos los que defendieron la esperanza de una vida mejor, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, tendrán un recuerdo perpetuo. Ningún esfuerzo, ningún sueño, ningún aliento será escatimado ni descontado, porque el futuro se construye a partir del ejemplo de quienes trabajaron para remontar las derrotas y erradicar el miedo, la ignorancia y la barbarie. Entre ellos cierra filas el poeta de la dignidad, Ángel González quien, por serle fiel a su condición de español errante, nos abandonó cuando nadie lo esperaba.

En su discurso de aceptación del Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 1985, con su talante incluyente y modesto, expresó: “Nadie, y esto es muy evidente en el caso de los poetas, puede existir sin los demás. No lo olvidemos nunca”.

aguila que cae dijo...

No creo que tú debas inquietarte por ese último momento, en el que todo está dicho y ya nada puede hacerse.

La inquietud, la tristeza y el remordimiento son para quienes no supieron encontrar un momento para expresar su afecto por los demás, los que no supieron extender jamás una caricia. Ese no es tu caso. Tú que gastas las noches y burlas los sueños para conversar a distancia con tus amigos, para expresarles tus afectos, para dedicarles tus líneas e inquietudes, puedes estar segura de que cuando la ausencia toque a uno de tus afectos, las alegrías compartidas te devolveran su presencia.

Besos!

Estefania dijo...

Es que si no le dedico tiempo a los que quiero...¿para qué sirve el Tiempo?

Besos!

aguila que cae dijo...

“La vida está hecha de tiempo”, dijo alguna vez Benjamín Franklin, por eso quien dedica su tiempo a cultivar con afán sus afectos, llena su vida de amor.

Sin embargo, algunas veces, sin que nadie sepa a ciencia cierta cómo sucede, se descuida esa amorosa jardinería y se marchita el amor. Entonces no hay razón que justifique perder el tiempo –que es la vida- en una lucha de ausencias que nadie habrá de ganar. Ambos lo sabemos.

Bien lo dijo Miguel, el hortelano de las palabras:
Tristes guerras/ si no es amor la empresa. /Tristes, tristes.
Tristes armas/ si no son las palabras. /Tristes, tristes.
Tristes hombres/ si no mueren de amores. /Tristes, tristes.

Besos!