El respeto es la base de
cualquier relación sana, cuando el respeto se rompe, todo se vuelve complicado
de sostener, inclusive es más decisivo en una relación que el mismo amor. Si no
eres capaz de respetar a tu pareja, le harás daño una y otra vez, jugarás en
contra de la relación y si es necesario explicártelo para que logres
entenderlo, probablemente tus niveles de egoísmo estén tan elevados que sea
conveniente que hagas una revisión profunda de lo que eres capaz de dar.
El respeto debe nacer de cada
quien, inclusive cuando entre ambas partes se establezcan límites y se generen
acuerdos específicos. No debe ser necesario explicar que si agredes, que si
ofendes, que si mientes, que si engañas, que si escondes, que si burlas a tu
pareja, la estás irrespetando y eso solo genera distancia, hastío, deseos de
venganza, desilusión y decepción… Siempre agrega elementos no deseados a la
relación, la hace frágil, inestable y muchas veces la lleva al quiebre.
Aprender a valorar lo que se
tiene, sin necesidad de perderlo, nos ahorra lecciones dolorosas, nos hace
preservar en nuestra vida a personas que nos aman, que ven en nosotros algo tan
especial que hacen querernos a su lado. Nada más triste que perder a quien está
dispuesto a tanto por nosotros por no hacer uso del sentido común, por no
aceptar que lo que hacemos está dañando o por no querer ceder espacios.
Si tienes dudas en relación a
que si tus acciones están irrespetando a tu pareja, sencillamente trata de
colocarte en los zapatos de la otra parte, con la información que esa persona
puede manejar y trata de identificar cómo te sentirías.
Si no eres capaz de respetar a
tu pareja y le estás afectando con tus acciones de forma negativa, deberías
sincerarte con relación a lo que quieres, decidiendo por la soledad, alguna
relación con alguien más por quien te sientas más inspirado a no lastimar o
bien tomando medidas en tus acciones que reviertan el daño generado e impulsen
la relación por una ruta más sana.
Sara Espejo – Rincón del Tibet