¿Por qué Dear, por qué eres tan lacónica cuando tienes que recorrer el camino de tus sentimientos?
Me pregunto si andando entre tus reflexiones temes encontrar lo inesperado, o acaso porque sábes lo que puedes esperar, evitas llegar más lejos.
Si así fuera, no te culpo, eso nos sucede a todos, y es que no es fácil encontrar un hombro donde recargar la cabeza para encontrar la fuerza de ser humilde y contar...contar de nuestras debilidades.
No, no es fácil encontrar confidencia, más bien es todo un hallazgo y hasta un privilegio. Y todo empieza cuando uno es capaz de doblegar el propio orgullo, dejar de lado la apariencia, la imagen social y descubrir el rostro interior, entrar en comunión (común-unión) con uno mismo.
Así eres para mi. Si supieras lo mucho que me ayuda conversar contigo, exorcisas mis demonios internos.
Cuando pienso en tí, te asocio con la palabra, con la conversación entre amigos... con la tertulia a lo largo de La Rambla. Por eso me cuesta pensarte silenciosa.
Mayo fue un buen mes para que empezara la nueva primavera, ahora es verano y es bueno que la mariposa quiera expandir sus nuevas alas azul añil. Es tiempo de encontrar un nuevo hombro en donde reposar la cabeza y abrigarte con nuevos brazos tibios. Ya es tiempo.
No eres una chica de muchas palabras, es cierto. Al menos no de palabras escritas –al menos no para mi-, pero en cambio eres mujer de hechos y me consta, a tus amigos nos consta que tu forma de decir es hacer.
De poco a poco irán renovándose los sentimientos, como rocío que gota a gota cubre lentamente la verde hierba, como la perla que capa a capa forma su manto nácar y su esférica belleza, ¿qué prisa hay en ello?
6 comentarios:
Sempre he dit que ets una dona meravellosament sorprenent. Aquí hi tenim la mostra.
Estàs bé? Crec (vull) que sí.
El llibre de poemes de J Soto que em vas recomanar...bastant bo, teníes raó.
Cuida't molt.
C.
Tanto quise aprender a mirarte sin que tú me vieras, que sólo logré escucharte sin que tú me hablaras.
Ahora cierro los ojos y continúo mirándote.
M'agrada que el llibre sigui del teu gust. Em donava el nas que t'agradaria...
Espero que vagi molt bé l'etapa de creixement de la que parlàvem...ja m'explicaràs.
Petons!
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Lhector...jo, en eso has sido siempre un experto, en lo de escucharme...hasta cuando no hablo (cosa que sí, confieso que soy un poco dada, sí...)
Un abrazo...
Why Dear, why you're shy?
¿Por qué Dear, por qué eres tan lacónica cuando tienes que recorrer el camino de tus sentimientos?
Me pregunto si andando entre tus reflexiones temes encontrar lo inesperado, o acaso porque sábes lo que puedes esperar, evitas llegar más lejos.
Si así fuera, no te culpo, eso nos sucede a todos, y es que no es fácil encontrar un hombro donde recargar la cabeza para encontrar la fuerza de ser humilde y contar...contar de nuestras debilidades.
No, no es fácil encontrar confidencia, más bien es todo un hallazgo y hasta un privilegio. Y todo empieza cuando uno es capaz de doblegar el propio orgullo, dejar de lado la apariencia, la imagen social y descubrir el rostro interior, entrar en comunión (común-unión) con uno mismo.
Así eres para mi. Si supieras lo mucho que me ayuda conversar contigo, exorcisas mis demonios internos.
Cuando pienso en tí, te asocio con la palabra, con la conversación entre amigos... con la tertulia a lo largo de La Rambla. Por eso me cuesta pensarte silenciosa.
Besos!
Creo que mi momento de ahora es justo eso...recostar la cabeza en un hombro, ya es tiempo...
Me alegra oírte decir “ya es tiempo.”
Mayo fue un buen mes para que empezara la nueva primavera, ahora es verano y es bueno que la mariposa quiera expandir sus nuevas alas azul añil. Es tiempo de encontrar un nuevo hombro en donde reposar la cabeza y abrigarte con nuevos brazos tibios. Ya es tiempo.
No eres una chica de muchas palabras, es cierto. Al menos no de palabras escritas –al menos no para mi-, pero en cambio eres mujer de hechos y me consta, a tus amigos nos consta que tu forma de decir es hacer.
De poco a poco irán renovándose los sentimientos, como rocío que gota a gota cubre lentamente la verde hierba, como la perla que capa a capa forma su manto nácar y su esférica belleza, ¿qué prisa hay en ello?
Ninguna, ninguna.
Besos!
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