Muertos que parecen vivos: Pasas tus días inmerso en una vida "sin sentido alguno", prisionero de los deseos, rechazos y miedos de tu pequeño yo y en la total amnesia sobre tu verdadero ser.
Sobrevivir: Empiezas a percibir y a recordar que tu genuino ser y naturaleza es mucho más que ese pequeño yo y comienzas a buscar el "sentido de tu vida".
Vivir: Toda búsqueda llega a su fin y hallas el "sentido de la Vida", inundándote la Sabiduría-Compasión y la más honda y completa Reverencia por la Vida.
Fuente: Emilio Carrillo - blog El Cielo en la Tierra
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